Fragancia monstruosa.

Escondía su pequeña cabeza bajo las finas sábanas. Una amarga fragancia recorría toda la habitación. El viento soplaba fuertemente en el exterior, ella lo notaba.
Las pisadas se hacían fuertes en sus oídos.
Hacía justo un año que la criatura le visitó esa noche.
Y ella esperaba con miedo, sabiendo que en algún momento aparecería.
La esperada hora llegó. 23:34. Aguantó la respiración, cerró los ojos, y dejó pasar el tiempo.
Escuchó los mismos sonidos celestiales, y le llegó el mismo aroma. La dolorosa fuerza del año pasado le atacó. 
De repente, todo paró.
El olor había desaparecido, y el silencio reinaba junto con el silbido del viento.
Su alma había sido robada, otra vez.

Leyendas de mi mente.

Escuchaba el último blues.

Sus ojos se cerraban, mientras vertía varias lágrimas.

Saboreaba las últimas caladas de su habano.

Y escuchaba bombear los latidos del reloj.

Le quedaba poco tiempo, él lo sabía, lo daba por hecho. 

La habitación tan solo estaba iluminada, por pequeños rayos de luz que se colaban tras la persiana, dándo un ambiente cálido, pero a la vez frío. 

Sentado, contemplaba ese vaso de Macallan vacío. Miró la hora y suspiró.

La muerte recorría su cabeza hasta llegar al mismo corazón.

                                                                                                                                Leyendas de mi mente.

Días de poca fortuna.

Tratando de tener sentido, no llegamos a ninguna parte.
¿No has intentado nunca escuchar las palabras de un hombre viejo? Todo es sabiduría y razón.
¿Por qué la gente huye de los vagabundos que caminan por la calle? Todo son consejos y experiencia.
¿Y el no darle razón a los más pequeños? ...
Ellos observan tan detalladamente que nunca pierden la felicidad.

Cada uno vive en su pequeño mundo.

En nuestra cabeza viven infinidad de seres; gigantes, enanos, demonios, ángeles, brujas, hadas, magos, ninfas, sirenas, dragones, monstruos...
Viven en bosques, lagos, océanos, ríos, e incluso en el cielo. 
Se alimentan de las pesadillas de los más pequeños, y tratan de vivir siempre escondidos de los humanos.
Cuando uno de ellos muere, cualquier recuerdo de nuestro pasado desaparece. 
Hay quien dice que nos rodean constantemente, nos vigilan, y nos alejan de las almas más malas.

 En nuestra cabeza viven infinidad de seres; todo depende de cómo los queramos llamar.

A horse.

Nunca antes había sentido la sensación de VOLAR.
Cuando llego, voy hacia él, y le acaricio el hocico, luego paso por su cuello, sus crines, su lomo y su grupa.
Se cuando está enfadado, y cuando no.
Cuando está triste, y cuando no.
Cuando está nervioso, y cuando no.
A la hora de concursar, somos un equipo. Rompo a galopar, mientras le hablo en pista.
Adoro pasear a su lado, o sobre él. Meternos en el río, y dejar que nos cubra el agua hasta las rodillas.
Viajar a otros lugares es una experiencia, y más si es a su lado.


Saltar con él es pura sensación.

 Athila.