domingo, 29 de julio de 2012

Y por la noche viene la inspiración.

Resisto la madrugada, una copa, el cigarro.
Ventana. Asomada a la oscuridad, temiendo el sonido de lo humano, suspiro. Alivio. Silencio sepulcral, confío en esta luna que me alumbra y que no cesa, princesa de lo malo y no lo hagas, te haces daño. Creces, cuando aprendes a caminar y a llevar puestos los cordones bien atados, los zapatos. Garabatos, los niños fijos en el papel, van cogidos de la mano dueños de felicidad, cantando.

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